El romanticismo del Positivismo Tóxico.
- La Fersho
- 4 ene 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 ene 2022
Hace un momento leí un tuit que decía:
“No romanticemos la espiritualidad; el verdadero crecimiento espiritual es un proceso de destrucción, es desfragmentar toda creencia o paradigma con la que te amaestraron en el pasado, es dejar de ser todo lo que en realidad no eres” …
Automáticamente mi mente voló hacia un tema del cual ya he querido escribir antes pero no encontraba cómo integrarlo de una forma que tuviera sentido para ambos; para ti que estás leyendo esto y para mí, para aplicarlo a una situación de vida.
El positivismo tóxico…
Un tema que se volvió tendencia por mayo de 2020 gracias a la pandemia; el positivismo tóxico se refiere a la imposición de un pensamiento positivo como la única forma de solución a los problemas, exigiendo que las personas eviten o nieguen pensamientos negativos y no expresen emociones negativas, lo cual se me hace un acto bastante cruel. No deberíamos casarnos con este tipo de prácticas ya que nos llevan a una negación, minimización o invalidación de la experiencia emocional humana.
Se dice que algunos de los signos del positivismo tóxico son:
Esconder o enmascarar los verdaderos sentimientos.
Fingir que todo está bien.
Sentirse culpable de las emociones negativas.
Minimizar las experiencias de otras personas con frases como “todo estará bien”, “hay que ser positivos”.
Consolar a otros diciéndoles cosas como: “podría ser peor”, “hay personas que en verdad la están pasando mal”, en lugar de validar sus emociones o experiencias.
Atacar, humillar o castigar a alguien por expresar frustración, ansiedad, tristeza o cualquier cosa que no sea positividad.
Ignorando los sentimientos diciendo “así pasa”, “ya pasará”, “al final todo siempre está bien”.
A mi parecer y bajo mi experiencia, es necesario aceptar las emociones como una guía, y dejar de pensar que las emociones son negativas, ya que connota un rechazo automático. El aceptar que existen estas emociones me ayudó a sobrellevarlas y a disminuir su intensidad, ya que además de poder procesarlas, me llevó a ser más abierta y hablar de cómo me sentía, en lugar de siempre pretender que todo estaba bien.
Ser positivos no es algo malo, es bueno tratar de ver el lado positivo de las cosas, pero es igual de importante aprender a escuchar qué información nos quieren transmitir nuestras emociones e identificarlas y reconocerlas, incluso si son negativas; dejar de intentar ser siempre positivos y aprender a procesar los sentimientos nos ayudará a llegar a ese verdadero crecimiento espiritual y emocional como se menciona en el tiut, solo así lograremos dejar de ser todo lo que realmente NO somos, nos comprenderemos mejor y por ende a los demás.
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